Lo primero que uno piensa al probar nuestros helados es “¿cómo lo habrán hecho?”. Y es que la textura y la cremosidad de los helados de Pink Albatross dejan a más de uno con la boca abierta. Así que le hemos preguntado a Luke Saldanha, uno de los impulsores de Pink Albatross, cuáles son los secretos de su elaboración. ¡Toma nota!
Seguir la receta al pie de la letra
Si la repostería tiene fama de recta y meticulosa, la elaboración de helados no es muy diferente. Para que una receta quede perfecta es imprescindible separar bien los ingredientes, pesarlos y añadirlos poco a poco y en el orden correcto. ¡Solo así quedará bien!
Los líquidos primero
Otra de las similitudes con la repostería es que, como ocurre en la elaboración de muchos pasteles, los ingredientes líquidos se mezclan en primer lugar. Entre ellos se incluye el agua, la leche de coco y la pasta de anacardo, que también cuenta con una consistencia líquida.
Los sólidos, en segundo lugar
Una vez mezclada la parte líquida, añadimos los ingredientes sólidos como el azúcar, el coco o el chocolate. De esta manera, será mucho más sencillo conseguir una pasta consistente. Dejamos fuera de este paso la fruta y algunos otros ingredientes sólidos que al calentarse pierden o cambian su sabor. Los añadiremos más adelante.
¡A mezclar!
¿Has oído hablar de la pasteurización? Es un proceso en el que se diluyen las grasas y que se realiza por seguridad alimentaria. Tras conseguir una mezcla consistente, realizamos este proceso de mezclado a una temperatura elevada.
El secreto mejor guardado
Si eres fan de la cremosidad de nuestros helados te encantará saber que la conseguimos gracias al paso de la mezcla por el homogeneizador. Durante este proceso el producto absorbe aire y coge estructura, adquiriendo cuerpo, ofreciendo una mejor sensación en boca y consiguiendo ese extra de cremosidad que tanto nos gusta. ¡Es lo que da vida al helado!
Maduración y reposo
Una vez que tenemos una mezcla homogénea, la dejamos reposar entre 12 y 24 horas a 4ºC para que las fibras del helado se hidraten. Es en este momento cuando añadimos las pastas de frutos secos, como la de avellana, cacahuete o pistacho y la fruta. Así conseguimos que mantengan todo su sabor.
Mantecación
¡Ya estamos más cerca de poder disfrutar del helado! ¡Comenzamos el proceso de congelado! Con este paso conseguimos que el producto pase de líquido a sólido. Aunque, no es un sólido cualquiera sino un tipo de sólido flexible, maleable. La congelación se lleva a cabo a -6 o -7ºC y durante el proceso el helado se agita con fuerza para que entre aire en la mezcla. ¡Si no, se quedaría como un polo!
¡A envasar!
Solo nos queda el último paso, el envasado. Tras ponerlo en las tarrinas, el helado se pasa por corrientes de aire muy frío que alcanzan los -60ºC. Además, se baja de nuevo la temperatura, pasando de -6ºC a -18ºC en solo 45 minutos – 1 hora. Con este proceso conseguimos preservar la estructura, mejorar la solidez y conseguir que el hielo no se cristalice. ¡Ya está listo para disfrutar!
Ahora que ya sabes cómo se preparan nuestros helados, ¿no tienes ganas de probar un nuevo sabor? Toasted Hazelnut, Choc Chip Coconut, Tropical Mango… ¡Tienes un montón para elegir!
