FUNDADORES
MAKE ROOM
FOR THE GOOD STUFF
Un día decidimos dejar nuestros puestos en la industria financiera y lanzarnos a la mayor aventura de nuestras vidas; crear un helado rico y cremoso, 100% plant-based, y sin ingredientes artificiales.
Siempre tuvimos claro que a la hora de desarrollar nuestra nueva pasión, apostaríamos por hacer hueco a las cosas buenas eliminando las malas. Por ello, establecimos 3 ejes fundamentales sobre los que elaborar nuestros productos y crear nuestra empresa.
En Pink Albatross lo tenemos claro, queremos ser parte del fin de una era de alimentos excesivamente industrializados, así que nos hemos propuesto contribuir a potenciar el re-descubrimiento de lo natural y lo bueno en los postres. Trabajamos día a día para mantener el placer de tomar helado creando alternativas más naturales, más centradas en lo bueno de los alimentos y mirando más por la calidad, en lugar de por abaratar costes. Y sobre todo, sin usar ingredientes de origen animal. Lo conseguimos combinando lo mejor de la artesanía y la industria a través de una cuidada selección de ingredientes donde prevalece la calidad y el sabor, y que concluye con procesos de producción estandarizados que garantizan un producto cremoso. El resultado es un helado impecable en calidad, textura y sabor (tendrás que probarlo para confirmarlo).
Clean-Label
Asumir una responsabilidad con nuestros consumidores usando ingredientes reconocibles que se puedan dibujar.
Pureza
Ser fanáticos de la calidad y la sencillez.
Intensidad
Crear sabores memorables que contribuyan a crear momentos de felicidad en nuestros consumidores.
Nuestra unión como emprendedores surge de la propia insatisfacción personal, ya que no encontrábamos postres que estuviesen ricos, tuviesen una lista de ingredientes “limpia” (entendible y reconocible) y que fueran aptos para personas con restricciones alimentarias.
Nos diferenciamos del resto de helados plant-based por la intensidad de nuestro sabor y la textura cremosa. La rigurosa selección de nuestros ingredientes y proveedores es la clave del éxito de nuestros helados.. Bueno, eso y que somos bastante testarudos hasta estar 100% satisfechos con nuestro producto.
“Si eres de esas personas que cuando va a hacer la compra da la vuelta a todos los envases para ver si los ingredientes están derivados de los animales, o contienen alérgenos o tienen nombres impronunciables, o peor aún, tienen la letra “E” en mayúscula seguida por números, eres como nosotros."
Luke & Pepe
Nací en Argentina, emigré a los 15 años a Rio de Janeiro, Brasil, después a Francia, Reino Unido y finalmente recalé en España. Me considero un aventurero; he viajado por trabajo o placer a cerca de 30 países, desde Nueva Zelanda a Perú, India, Tanzania, pasando por Indonesia o Rusia. Cansado de la vida corporativa y de no ver a mi familia por trabajo, dejé mi puesto y me embarqué en la búsqueda de un propósito vital que me ayudara a luchar por algo mejor. Mi hija mayor, Emma, tiene varias alergias alimentarias y esto me llevó a pensar en cómo ayudarle a no sentirse excluida al no poder consumir los mismos postres que sus amigas o familia. Fue entonces cuando conocí a Luke. Lo demás es historia.
Nací en La India y he vivido en Londres, Nueva York, Venezuela, Perú, El Salvador, Panamá y España. Tras comprobar la dificultad de encontrar productos que se adecuaran a mi dieta vegetariana / vegana decidí crearlos. Soy un defensor de los derechos de los animales y veo en mi trabajo una forma de expresar mi propósito y mis principios. Estoy convencido de que pudiendo elegir entre dos opciones (versión plant-based y versión animal) cuando la calidad, precio y disponibilidad son similares, la gente elegirá la versión plant-based por sus beneficios. Esto es un proyecto vital para mí, ofrecer alternativas de gran calidad para que la gente tenga un mayor poder de decisión a la hora de comprar.
El alter ego de Luke & Pepe
Sabíamos lo importante que era bautizar la marca con un nombre atractivo, algo que contara una historia que no dejara indiferente a nadie y que estuviera vinculado a tres conceptos: naturaleza, descubrimiento y aventura. Tras tres días encerrados, una idea vio la luz; contar nuestra verdadera historia.
Con miles de millas a nuestras espaldas y habiendo trabajado por medio planeta, siempre hicimos del mundo nuestro hogar. Inspirados en esta idea fue como encontramos nuestro otro yo en un animal de nombre internacional, un ave marina que casi siempre se encuentra fuera de su hábitat debido a las enormes distancias que recorre sin descanso (hasta 1.000 kilómetros al día).
Con su planeo dinámico y su baja frecuencia cardiaca puede minimizar el esfuerzo de atravesar grandes distancias. Siendo de Argentina y de La India y teniendo en cuenta que nos hemos encontrado en el medio de esos mundos (España), nos sentimos inmediatamente identificados con esta ave. A la hora de escoger nombre, en lugar de explorar nombres cortos y sonoros de moda, y siendo fieles a nuestra vena rebelde, escogimos un nombre largo que perdurase en el tiempo y en la memoria. Nos sirvió de inspiración la palabra Pink por sus connotaciones de felicidad en la expresión inglesa ‘as in pink cheeks’, para referirse a alguien con aspecto alegre y saludable. Un nombre largo, memorable e icónico dispuesto a cambiar las reglas del helado.